Mis Trabajos
GALICIA, MI ESTUDIO
José Caruncho
No soy muy proclive a dar justificaciones sobre mi manera de fotografiar. Como toda explicación, podría decir, quizás, que es la que he escogido o con la que me siento cómodo. Me parece sencilla, directa y fácil de entender. Cuando son proyectos personales, hago las fotografías en blanco y negro. ¿Por qué? Porque es una abstracción de la realidad y necesito crear la mía propia, y porque mi otra gran pasión, la música, también es, en cierto modo, en blanco y negro; y el piano, y el ajedrez, y la escritura, y El hombre que mató a Liberty Valance… Por tanto, podría definir mis fotografías como abstracciones de realidades concretas.
Mis comienzos en el oficio se remontan más de cuarenta años atrás y los primeros tiempos los pasé experimentando y aprendiendo con todo aquello que caía en mis manos. Pero fueron una serie de exposiciones que vi en la Photokina, en Colonia, en el año 1982, las que hicieron que mi modo de ver la fotografía cambiase definitivamente.
Las series que se exponen aquí las he hecho en los años posteriores a ese viaje. En todas ellas hay una selección personal, salvo en Homenajes, que está completa. Esta serie de 21 fotografías está dedicada a algunos de mis fotógrafos predilectos. Venerar el trabajo de otros homenajeándolo me ha liberado de muchos prejuicios, sobre todo al percatarme de que no considero la fotografía una competición. El hecho de haber sido honesto con los maestros y conmigo mismo me ha proporcionado libertad.
Rocas del tiempo es mi visión sobre la piedra en Galicia. Son piedras zoomorfas y antropomorfas esculpidas por las fuerzas de la naturaleza y algunos de los monumentos que los hombres primitivos construyeron para sus enterramientos.
De Lúa Coruña hice una pequeña selección, ya que la serie completa se expuso en la Casa das Ciencias en el año 2014. Es esta una colección de fotografías de edificios emblemáticos de A Coruña con la luna en diferentes fases. Un trabajo extremadamente planificado al que dediqué en aquel entonces meses hasta encontrar al satélite en la posición que quería con respecto a cada edificio.
Retratos son fotografías de amigas y amigos o conocidos. Los retratos son sencillos y directos. Las personas retratadas saben que están siendo fotografiadas, no las utilizo como objetos para un fin. Es necesaria una complicidad entre ellos, ellas y yo. Son instantes en que hay confluencias de miradas y uno debe tener la sensación, al accionar el obturador del objetivo, de haberse anticipado a algo único y, por tanto, haber sido captado o atrapado por ese momento. Aunque, infelizmente, no lo logro siempre, esa es la intención con la que hice estas fotos.
Muchos de mis retratos están hechos con cámaras de gran formato, pero gracias a la generosidad de mi amigo y excelente fotógrafo Sandy King, he tenido la oportunidad de experimentar con una cámara mamut de negativos de 24 x 30 cm. Algunos de esos negativos los he copiado en papel y están expuestos en el apartado de Contactos.
En esta exposición-catálogo están, así mismo, los dos trabajos que hice en EEUU. En Nuevo México: De Pueblo Bonito a Taos Pueblo, y en California, en el Parque nacional de Yosemite: Four Days with el Capitan (El título está en inglés por cortesía con los amigos a quienes se lo dediqué, Joanie y Eddie). Para mí no tiene ninguna importancia que estas dos colecciones o alguna que otra fotografía que hay en la exposición no sean adecuadas al título general, ya que, al fotografiar, Galicia siempre está en mi pensamiento. Me apropio de las palabras que el profesor Lee Fontanella utiliza al respecto en el texto del catálogo: Ver lo universal en Galicia significa algo más que ver a Galicia en todo el universo, aunque en un mundo más ideal los dos conceptos tienen validez conjuntamente.
La selección que realicé de Olladas do silencio es la de un trabajo desarrollado en la Galicia de montaña. Son retratos de personas sencillas, paisajes, aparejos de trabajo y cementerios. Nunca me siento tan cómodo fotografiando como cuando tengo la ocasión de acercarme a esas personas. Con ellas puedo conseguir lo que siempre busco: representar la dignidad humana. [
Algo parecido ocurre con Ventá a Fisterra, el trabajo en el que más tiempo he invertido, pero que todavía no ha sido publicado. Tres Finisterres hermanos con mucho en común: Galicia, Bretaña e Irlanda.
En cuanto a los Paisajes, son escenas nevadas, árboles y texturas de arenas blancas, tres de los grandes retos fotográficos para los que hacemos fotografía en blanco y negro. La mayoría de ellos están hechos en Galicia, en las montañas de los Ancares y en uno de mis santuarios fotográficos: la desembocadura del río Anllóns.
Galicia es mi estudio, un estudio en el que hay personas, mar, dunas, montañas, nieve, árboles, nubes… y, desde luego, mucho que aprender.
Quisiera dar las gracias a todos aquellos amigos que han colaborado conmigo en las siguientes publicaciones: A José Abad que, junto con el equipo de la revista fotográfica gallega 40×50, publicó en el nº 1 una colección de mis retratos; a José Luis Suárez y Manuel Sendón por mi primer libro Positivado en branco e negro; a Lee Fontanella en Los homenajes, Rocas del tiempo, Four Days with El Capitan y Galicia, meu estudio, a Luis Rei Núñez en Muros, alma mareira y Ventá a Fisterra; a Antonio López Mariño en Olladas do silencio y Los dublin-esesy a Ánxela y Vari Caramés en Nada que ver. Vaya también un agradecimiento muy especial a mis amigos americanos Eddie Williams y Steve Arkin que, incondicionalmente, han gestionado la exposición de mis trabajos en la galería Verve en Santa Fe, Nuevo México. En ese viaje pude hacer una colección de fotografías que posteriormente publiqué en un libro titulado De Pueblo Bonito a Taos Pueblo. Y para terminar a Sandy King y Pancho Ortuño, grandes amigos y excelentes fotógrafos que, actuando como generosos mecenas, han puesto a mi disposición equipos y materiales difíciles de encontrar… y mucha sabiduría fotográfica.
Esta exposición se la quiero dedicar a la memoria de Alberto, el amigo.
José Caruncho (A Coruña, 2017)